Artículo realizado por : FUNDACIÓN GERO: www.fundaciongero.org
¿Qué es inteligencia emocional en la vía? ¿Por qué son vitales nuestras emociones,
cuando estamos al volante?
cuando estamos al volante?
¿Cómo influyen nuestras emociones cuando estamos manejando? ¿Qué pasa adentro de nosotros?
Estamos convencidos del poder creativo que tiene la mente y más la mente colectiva, en mi opinión,
en este momento el problema más grave que tiene la movilidad de Bogotá, no es la pésima planeación
por parte de sus gobernantes, ni la evidente falta de responsabilidad en su labor o su alta tendencia a la
corrupción. Tampoco el paupérrimo, lento y corrupto trabajo que han hecho los responsables de que el
transmilenio funcione o los responsables de la creación de un metro o una solución masiva de
transporte.
transporte.
La culpa de la terrible movilidad en Bogotá tampoco la tienen los taxistas o conductores de
SITP atravesados
SITP atravesados
e inconscientes que no promueven un buen servicio, por estar luchando cada carrera o cada trayecto.
Y es que enfrentémoslo no hemos conocido ningún taxista o transportador que se sienta pleno con
su profesión. Pareciera que la vida misma se les ha convertido en una carrera, una carrera por recoger
usuarios que les salgan rentables, en una ciudad trancada, con un taxi que siempre necesita
mantenimiento. Una carrera para poder recolectar el dinero básico para pagar el taxi diario,
el arriendo, el mercado, etc. La carrera de sobrevivir en las calles está muy lejos de la carrera
que muchos de ellos soñaron y aun sueñan tener.
su profesión. Pareciera que la vida misma se les ha convertido en una carrera, una carrera por recoger
usuarios que les salgan rentables, en una ciudad trancada, con un taxi que siempre necesita
mantenimiento. Una carrera para poder recolectar el dinero básico para pagar el taxi diario,
el arriendo, el mercado, etc. La carrera de sobrevivir en las calles está muy lejos de la carrera
que muchos de ellos soñaron y aun sueñan tener.
La culpa de la infernal movilidad que vivimos en Bogotá la tenemos realmente TODOS cuando lo que
nos mueve es la desesperanza y la desilusión. Esas son dos emociones increíblemente poderosas, nos
vuelve tremendamente hábiles para predecir desgracias, nos hace oráculos y pitonisas del mierdero.
No hay cosa que le dé más placer a un desilusionado y a un desesperanzado que tener la razón.
LAS EMOCIONES SON FUNDAMENTALES PARA LA VIDA: Cuando hablamos de las emociones tenemo
s que aprender, o mejor, recordar algunos fundamentos que tienen que ver con esta dimensión del
ser humano. Lo primero que hay que recordar es eso precisamente, es una dimensión, es decir,
está presente en toda nuestra vida. Así como pensamos y hacemos, también sentimos, lo hacemos
todo el tiempo y es un ingrediente que determina de alguna manera nuestra existencia. Cuando
éramos niños nos enseñaron que las emociones eran algo que sucedía de acuerdo a las experiencias
y circunstancias de la vida, pero no nos enseñaron lo más importante sobre ellas, así como yo soy
responsable de lo que hago y lo que pienso, también soy responsable por lo que siento.
LAS EMOCIONES NOS MUEVEN: No eres un ratón que va detrás del queso, no eres un perro que va
detrás de la presa y no eres un conejo que va detrás de la zanahoria. Lo que mueve al ser humano
no es el estímulo que está afuera, es la representación que le damos a aquel estimulo de acuerdo
a nuestra identidad, nuestros modelos mentales y nuestras emociones. Así es que lo que te mueve
es lo que sientes fundamentalmente y debemos educarnos de una manera ardua para definir
aquellas cosas que preferimos que nos muevan.
es lo que sientes fundamentalmente y debemos educarnos de una manera ardua para definir
aquellas cosas que preferimos que nos muevan.
SOY RESPONSABLE POR LO QUE SIENTO: No hay una inyección de emoción que nos aplique el otro,
los botones que te disparan ciertos estados emocionales fueron puestos desde un principio allí
por ti, de manera consciente o inconsciente. Y así como tú los pusiste, tú los puedes quitar,
si te da ira que te cierren un bus, o que se te atraviese un peatón, o que hagan doble fila
para doblar a la izquierda, o que haya obras que lleven dos alcaldías (o más) sin terminar.
Lo que estás diciendo es que los demás controlan tus emociones. No es cierto que tengamos
que disponernos al esclavismo de la resignación cuando digo esto, hay que generar un cambio,
pero el insumo de la ira no funciona para él. Perpetúa la indignación y nos hace fijar la atención
en aquellos que no les corresponde el cambio. Hace unos días, no más una mujer llena de ira,
descargo su resentimiento contra el sistema SITP hacia la vendedora de tarjetas tullave
agrediéndola físicamente. Independientemente de tus ideas, nada justifica la agresión y la violencia.
Lo que estás diciendo es que los demás controlan tus emociones. No es cierto que tengamos
que disponernos al esclavismo de la resignación cuando digo esto, hay que generar un cambio,
pero el insumo de la ira no funciona para él. Perpetúa la indignación y nos hace fijar la atención
en aquellos que no les corresponde el cambio. Hace unos días, no más una mujer llena de ira,
descargo su resentimiento contra el sistema SITP hacia la vendedora de tarjetas tullave
agrediéndola físicamente. Independientemente de tus ideas, nada justifica la agresión y la violencia.
El problema no es SENTIR desilusión y desesperanza. El problema es que no nos hacemos
responsables por estas emociones, creemos que lo que pasa afuera es lo que nos hace sentir
adentro y no es así. La verdad es que cada uno es responsable por lo que siente, el jefe de uno
no se le mete en el cerebro y lo obliga a sentirse estresado, lo que si pasa es que uno le permite
a su jefe que lo haga sentir o no estresado. Y al final ese es un problema de educación,
en el colegio nos enseñaron las tablas de multiplicar, pero no nos enseñaron sobre
la inteligencia emocional.
la inteligencia emocional.
Si nos sintiéramos todos enamorados de Bogotá, determinados y esperanzados con su cambio
, no permitiríamos muchas atrocidades contra nosotros y contra ella. Y de a poquitos lograríamos
un cambio ejemplar en una de las ciudades más densas del planeta. Hace poco escuché a alguien
hablar de Bogotá como una ciudad puta, una ciudad que le da a todos y nadie le da a cambio,
podríamos empezar por sentirnos agradecidos por ella.
No solo lo que sentimos sino lo que somos, yo digo que todo aquel que pisa tierra bogotana
debería convertirse en BOGOTANO y ser consecuente con ello, cuidar y cultivar su ciudad,
es una tarea de TODOS. Este es el día de SI caminar, es el día de SI bicicleta, es el día de SI respeto
y dignidad hacia el usuario ciudadano, es el día de SI Bogotá. Nos vemos la próxima, me voy en
bici al trabajo.
debería convertirse en BOGOTANO y ser consecuente con ello, cuidar y cultivar su ciudad,
es una tarea de TODOS. Este es el día de SI caminar, es el día de SI bicicleta, es el día de SI respeto
y dignidad hacia el usuario ciudadano, es el día de SI Bogotá. Nos vemos la próxima, me voy en
bici al trabajo.
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