martes, 26 de mayo de 2020

“EL FACTOR HUMANO, COMO PARTE INTEGRAL DEL PROBLEMA EN LA SEGURIDAD VIAL”





Como cualquier otro ciudadano o habitante de una gran metrópolis, no soy ajeno al desafío al cual nos enfrentamos todos, al ser agentes activos en la vía publica, ya sea como peatón, conductor de vehículos, bicicletas o motocicletas. Lo interesante de este desafío, es que todos nos quejamos a diario y criticamos el comportamiento de los demás, sin hacer un acto de humildad y analizar nuestra propia conducta.
Nos quejamos de la infraestructura, el trancón o tráfico, los huecos, la cantidad de carros y motocicletas, entre otros factores. Hoy en día, los datos y los hechos respaldan que la mayoría de las lesiones no son causadas por lo anteriormente mencionado, sino por la conducta de las personas o agentes en la vía. Pero muy rara vez analizamos la conducta de todos los agentes que compartimos y transitamos las mismas calles, avenidas, carreteras y autopistas. Mi objetivo con este artículo no es buscar culpables y mucho menos criticar a las personas, sino invitar a la reflexión.
Si analizamos el problema en cifras, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1,25 millones de personas mueren cada año como consecuencia de accidentes de tránsito y el 50% afectan a «usuarios vulnerables de la vía pública»: peatones, ciclistas y motociclistas. Cuando observo estas cifras, no puedo evitar pensar en el número de familias que quedaron desoladas y tristes, el número de proyectos de vida que se vieron afectados o truncados por una mala decisión o una conducta insegura. Nos hemos vuelto algo deshumanizados y se nos olvida que detrás de ese número frío, están personas y seres integrales.
“Conducir un automóvil es una de las actividades más arriesgadas que cualquiera de nosotros pueda emprender, a pesar de las décadas de mejoras en el diseño automovilístico y de los avances referentes a la seguridad en el tránsito”. Esta cita, de la presidente y CEO del Consejo Nacional de Seguridad de los Estados Unidos (National Safety Council), Deborah Heersman, lo dice todo.
Conducir es un factor de riesgo tan grande que es la única categoría de lesión, que recibió un apartado completo (en total 36 páginas) en los datos de lesiones del 2015 de dicho ente. La frecuencia y la severidad potencial de las colisiones con vehículos, colocan la conducción en el peor rincón de cualquier matriz de riesgo.
Las cifras en nuestro país no son muy alentadoras tampoco; según la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), entre enero y septiembre de 2019, se han registrado de manera preliminar 4.761 fallecidos, donde los motociclistas representan el 52%, los peatones el 24.6%, los usuarios de vehículos el 12.2% y los usuarios de bicicletas el 6.7%.
Si al riesgo asociado a conducir cualquier vehículo, le sumamos las distracciones a la ecuación, el conducir, se puede convertir en la actividad más arriesgada que hacemos todos los días.
Afortunadamente hemos evolucionado mucho en afrontar este desafío mundial. Algunos países lo están haciendo muy bien y otros aún no han adelantado los esfuerzos integrales para afrontarlo.
Desde el punto de vista del comportamiento humano, quisiera exponer de forma sencilla, cómo atacar el problema de manera adecuada, respaldado en un estudio aplicado a más de 3,5 millones de personas alrededor del mundo en diferentes culturas y países; realizado por la Organización SAFESTART® International.





“El problema no está en la conducción… está en la Distracción”.
Preguntémonos… ¿Cuánta distracción experimentamos en nuestra vida cotidiana? La mayoría de las campañas contra la distracción muestran a alguien enviando mensajes de texto, estando detrás del volante. Pero los datos del Sistema de Informes de Análisis de Fatalidades en EE.UU., sigla FARS en inglés, sugieren que el uso del teléfono móvil, no es el único responsable de las muertes causadas por la conducción distraída. Los teléfonos pueden ser una distracción, pero no son el único problema. Las distracciones vienen de muchas formas: La radio, comandos del vehículo, GPS, mirar los carteles de la calle, pasajeros, movimiento inesperado de objetos, caminar y hablar con alguien, escuchar música con audífonos, mirar un mapa, fumar, comer, etc.


Si analizamos la distracción en un contexto más profundo, lo que genera la distracción es el Estado Mental que está detrás de dicha distracción. Una buena definición práctica de la distracción de las personas agentes en la vía pública es: “un factor interno o externo que aleja sus ojos o su mente del camino”. En resumen, es cualquier cosa que desvía su atención de la conducción o de caminar. Las distracciones relacionadas con la conducción o el caminar, se pueden organizar en dos grupos: Distracciones Conscientes:  Las decisiones que tomamos, como alcanzar el teléfono móvil o sintonizar la radio.
Distracciones Involuntarias: Lapsos mentales que nadie tiene la intención de hacer, como quedarse dormido al volante o dejar que su mente divague en un momento crucial.
El Estado Mental de una persona puede dejarla más vulnerable a las fuentes de la conducción distraída: Cuando tenemos Prisa, estamos más propensos a pensar en llegar más rápido al destino, que en concentrarnos en la conducción o en los peligros circundantes. Cuando estamos Frustrados, hay más probabilidades de distraernos, porque estamos pensando en quién o qué nos frustra o en el problema que nos genera mal genio. Cuando estamos cansados o tenemos Fatiga física o mental, estamos más propensos a cerrar los ojos o nuestro tiempo de reacción o reflejos es más lento. Quizás la causa de distracción más peligrosa, sea la familiaridad con la actividad. Las personas se arriesgan innecesariamente en el volante, porque se olvidan de que conducir es algo increíblemente peligroso, son miles de kilos de metal viajando a velocidades muy altas. Es decir, que se vuelven confiados o tienen Exceso de Confianza, y eso puede conducir a muchos problemas.


El PANORAMA GENERAL de la Distracción.
El Estado de las personas les hace vulnerables a las distracciones, y eso puede conducir a malas decisiones, lapsos mentales e incrementar el riesgo. La consecuencia es el alejamiento de los Ojos y de la Mente de la Tarea, que tenemos entre manos, y entonces es sólo una cuestión de tiempo y de probabilidades, hasta que una lesión ocurra.

El Patrón de Riesgo visto en la figura 1, describe el problema al cual nos enfrentamos a diario. Se explica de la siguiente manera: Los Estados causan o contribuyen a cometer Errores Críticos, haciendo que el riesgo de la actividad, se incremente en gran medida y aumente la probabilidad de sufrir una lesión o incidente.
Pondré un ejemplo para contextualizar el concepto:
Si usted ha conducido una motocicleta por años y ya piensa que es un experto, probablemente está muy confiado de sus habilidades (Complacencia), entonces le suena su teléfono celular y lo saca del bolsillo para contestarlo y por un segundo quita los Ojos y la Mente de la vía y en ese instante el semáforo cambia a rojo y ni siquiera se dio cuenta y viene un carro en sentido contrario y lo atropella o choca, en consecuencia, usted se ha movido hacia la Línea de Fuego del otro vehículo, produciéndole lesiones serias. Este Patrón de Riesgo, está presente en el 90% a 95% de todas las lesiones que sufren las personas.
En los siguientes artículos, trataremos con detenimiento cada uno de los Estados que generan la mayoría de los errores que cometemos en la vía y en la calle, así como algunas técnicas para prevenir lesiones, choques e incidentes.
Siguiente artículo: “La Prisa y la Multitarea”



Sobre el Autor: Nelson Gutiérrez Bogotá, es Ingeniero Industrial especialista en QHSE con más de 15 años de experiencia en Sistemas de Gestión y desarrollo de Cultura de Seguridad. Es Consultor y Master Trainer para Iberoamérica de Programas de Seguridad Basada en el Comportamiento y Observación Preventiva, con la empresa SafeStart International. Nelson ha desarrollado e implementado proyectos en grandes empresas a nivel mundial y es un solicitado Conferencista Internacional. Es asesor de Seguridad de la Fundación Gero.

Correo electrónico: nelson.gutierrez@ssi.safestart.com
Sitio Web: www.safestartlatam.com






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