EL EXCESO DE CONFIANZA: EL PRINCIPAL DESAFIO
PARA LOS BICI USUARIOS DURANTE LA REACTIVACIÓN GRADUAL DE LA ECONOMÍA
Vemos que paulatinamente los organismos
gubernamentales, están dando directrices para la apertura gradual de la
economía a lo largo y ancho del territorio nacional, por tal razón los desafíos
de movilidad que antes teníamos, van a regresar al punto en el cual estábamos
antes de la pandemia, solo que ahora se están presentando algunas variables
adicionales, que debemos enfrentar y adaptarnos a lo que muchos denominan la
“nueva normalidad”.
Durante estos seis meses que han transcurrido
desde el inicio de la declaratoria de emergencia, me he dedicado a analizar el
comportamiento de los diferentes actores, en las vías públicas de la ciudad de
Bogotá y he encontrado que a medida que las restricciones se han flexibilizado,
el comportamiento de los peatones, conductores de vehículos automotores y bici
usuarios, ha presentado interesantes patrones de conducta, que vale la pena
analizar y brindar sugerencias para evitar que estos patrones generen lesiones
e incidentes. Cabe aclarar que en este artículo me centraré en la perspectiva
de los bici usuarios. A continuación, comparto algunas conductas evidenciadas.
1.
La prisa y multitareas. Como lo mencioné en artículos anteriores, este estado y los errores que
genera, llevan a las personas a tomar malas decisiones. Algo que nos enseñó
esta pandemia, es que, durante los días donde la mayoría de los sectores
económicos estaban cerrados, la velocidad de tránsito aumentó y por ende los
tiempos de desplazamiento se disminuyeron dramáticamente, pero esta percepción
de vías más libres y menos concurridas, llevaron a los bici usuarios a aumentar
la velocidad normal y a no respetar las normas de tránsito. En términos de SafeStart,
la prisa los está llevando a no tener los ojos y mente en la tarea,
haciendo que se muevan a la línea de Fuego de los demás actores en la
vía, aumentando la probabilidad de tener lesiones. Algunos quizás dirán… “pero
a mí no me ha pasado nada”; quizás ha sido afortunado hasta el momento, pero yo
le aseguro que muchos, durante estos días han tenido también casi accidentes o
potenciales incidentes, que en ese momento no se materializaron en la lesión; dicho
de otra forma, tuvo un casi choque, casi atropellamiento, casi caída, casi
golpe, casi impacto, etc. Adicionalmente, se fue instaurando el exceso de
confianza, ya que aun y cuando aumentó el número de bicicletas en las vías,
se siguen teniendo conductas, como si estuvieran solos o con poca afluencia. Si
a esto le sumamos la multitarea, pues la mente está realmente fuera de la tarea
principal, que es conducir de manera segura, impidiendo identificar en tiempo
real, los peligros de su entorno, esto hace que aumente considerablemente el
riesgo de lesión o de que la persona lesione a alguien más. También puede
hacerle perder más tiempo, dinero y quizás algo de vergüenza, si la persona solo
se cae o choca a alguien y solo hay daños materiales. En esencia, si la persona
no hace algo con su estado de la Prisa, igual no va a llegar a tiempo y sumará
más consecuencias serias al resultado final.
2.
El exceso de confianza con las normas y señales de tránsito. Quisiera compartirles mis
estadísticas personales, recopiladas durante un proceso de observación en dos
importantes avenidas en la ciudad de Bogotá. (datos recopilados durante
diferentes horas del día). En promedio:
a. De cada 10 bici usuarios que observé
en un semáforo, 4 no están respetando la luz roja.
b. Igualmente 6 de 10, no respetan la
señal de pare.
c. 6 de 10 realmente observan a ambos
lados antes de cruzar
d. 5 de 10 llevan audífonos
e. 4 de 10 están observando la pantalla
del celular
f.
5
de 10 llevan casco
g. 3 de 10 están zigzagueando en medio
del tráfico
Cuando analizamos estas rápidas
estadísticas, podemos darnos cuenta de la cantidad de exceso de confianza
que hay en las personas. De nada sirven las normas y las señales, si las
personas no las cumplen o respeta;, ahora bien, como no es viable tener tantos
policías como bici usuarios, la alternativa para solucionar este desafío radica
en la persona misma, con su auto gestión o auto cuidado. Y no creo que sea
falta de percepción del riesgo o de conocimiento, porque estoy seguro que todos
saben que cruzarse una intersección sin observar a ambos lados o pasarse un
semáforo en rojo, tiene una alta probabilidad de que lo atropellen.
3.
Exceso de confianza con las medidas de bio seguridad. Es todo un desafío aun lograr que
las personas usen de forma adecuada el tapabocas o mascarilla protectora. Creo
que todos lo hemos notado en la calle, muchas personas lo usan mal o
simplemente no lo usan o no lo manipulan bien. Se ha invertido en bastantes
campañas de comunicación e información, para orientar sobre el correcto uso,
pero de nada nos sirve esto, si las personas no adquieren el hábito de usarlo
apropiadamente, para disminuir la probabilidad de contagio del virus.
4.
El exceso de confianza al llegar a casa. Lastimosamente aun no tengo datos suficientes
para compartir, pero me pregunto a manera de reflexión, ¿cuántos bici usuarios,
estarán desinfectando no solo su bicicleta, sino sus accesorios y elementos de
protección, antes de ingresar a sus hogares, para evitar que sean un vector del
COVID-19?
Una vez planteados los diferentes patrones de
conducta riesgosa, quisiera proponer algunas soluciones:
A.
Sabiendo
que un importante porcentaje de nuestra conducta es automática o habitual,
una buena técnica sería, hacer un esfuerzo consciente por mejorar los hábitos y
practicar estos nuevos hábitos muchas veces hasta que se instauren en las
personas. Es importante recalcar que nadie puede hacerle cambiar los hábitos a
las personas, es un tema muy personal y que demanda del esfuerzo propio, la
voluntad y la constancia. El beneficio será enorme, al disminuir la
probabilidad de una lesión. Si usted identifica en usted mismo, alguno o varios
de los patrones de conducta mencionados previamente en el numeral 2, ya tiene
un punto de partida para comenzar dicha mejora.
B.
Sabemos
que durante esta pandemia hemos tenido que adoptar nuevos hábitos, que antes
era prácticamente impensables, pero la realidad es que vamos a tener que vivir
con esto por un tiempo prolongado, por tal razón, también es importante seguir
afianzando hábitos de bio seguridad, como son el uso del tapabocas, el lavado
constate de las manos, el distanciamiento, la desinfección de la bicicleta y
accesorios, etc. Algunos están confiados y no lo hacen. Otros piensan que no
les va a pasar nada. Solo recuerden que quizás sean asintomáticos, pero podrían
afectar y contagiar a alguien muy cercano, cuyo sistema de defensas no sea tan
fuerte como el suyo y tenga alguna comorbilidad que le lleve a un cuadro médico
más grave gracias al contagio con el virus. ¡Es por su bien y por el bien de
sus seres queridos!.
C.
Por
último, la mejor manera de luchar contra la prisa y la multitarea es,
disminuirla con una buena planificación del tiempo y hacer una sola cosa a la
vez. A la primera señal de que tiene prisa, pause por un momento y disminuya la
velocidad y si esto no es posible, por lo menos elimine los distractores y concéntrese
en el camino, los peligros del entorno e incremente la atención. Tenga en
cuenta que entre más tareas usted haga de forma simultánea, su nivel de
percepción del riesgo disminuye y por ende aumenta la probabilidad de un
incidente o lesión.
Sabemos que son momentos difíciles, frustrantes
y complejos, pero sería muy triste, que debido a una mala decisión, ahora
generemos un problema mayor, que nos afecte a nosotros mismos y a nuestras
familias. No vale la pena lesionarnos, en el acto mismo de ganarnos la vida o
buscar el sustento. ¡Realmente no vale
la pena!.